La transformación en Yoga tiene lugar dentro de la persona. Podría mostrarles varias imágenes de mi evolución en la práctica de las posturas de Yoga, pero eso no les mostraría la verdadera transformación, que viene de adentro y se muestra afuera.
El autoconocimiento que he adquirido, la forma en que uso la respiración para equilibrarme, la facilidad con la que entro en un estado de meditación, cuánto me siento más concentrado, el flujo bajo o nulo de pensamientos ansiosos, la confianza que siento, cómo he aprendido a no involucrarme con sentimientos de angustia e ira, cómo conozco mejor mi cuerpo y mi mente, cuán fiel soy conmigo mismo, la calma que puedo lograr.
Así es como el Yoga transforma a las personas. Esta transformación se logra con la práctica, dedicación y tiempo de despertar de cada uno. La transformación del Yoga llega cuando la persona está dispuesta a desenmascarar sus heridas, enfrentar sus miedos, desvestirse de sus traumas y poner una mirada interna.
Posturas (Asanas)
La práctica de las posturas es uno de los caminos para este logro, para este conocimiento del autoconocimiento. La práctica física te enseña a desarrollar la confianza, el equilibrio, la concentración, el estiramiento, la fuerza, la movilidad, la flexibilidad, la ligereza del cuerpo, la relajación.
Respiración (Pranayama)
La práctica de la respiración es un camino hacia el equilibrio mental. La respiración consciente te enseña a reconocer tu propia respiración, a conocer tu estado de mente en reacción a la retención de aire, a aumentar y ampliar el tiempo de tu respiración, y a utilizarlo como un camino de equilibrio para tu estado emocional. También te enseña a reconocer la tensión en tu cuerpo y a encontrar un estado de calma.
Camino Espiritual (Samadhi)
El interés por los estudios de la Filosofía del Yoga es el camino espiritual. Será posible sentir cuánto eres parte de la creación cuando comprendas tu relación con el Planeta Tierra, con el Universo, con la Naturaleza, con la Creación Divina. Tu camino de despertar evolutivo es lo que te moverá, combinado con el concepto de que hay un momento adecuado para todo. El combustible para una vida sana se desarrolla cuando aprendes a canalizar el amor que habita en tu esencia. Cuando comprendes el camino hacia el amor profundo, desprendido del cuerpo físico y de las cosas mundanas.
La práctica del Yoga puede ser puramente física. Sin embargo, en este camino, tu transformación puede ser solo la conquista de algunas posturas físicas y estéticas, y nada más.