¡Sí! La práctica de Yoga para embarazadas es muy beneficiosa porque enseña a hacer respiraciones profundas y lentas por la nariz, a manejar el estado mental a través de la respiración, a entrar en estado meditativo, a comprender el propio cuerpo durante la práctica de posturas, a relajarse el cuerpo y calmar la mente.
Además, el Yoga aporta beneficios en la calidad del sueño y en la reducción de la ansiedad y el estrés. Las posturas brindan estiramiento y fortalecimiento de los músculos y ligamentos, lo que genera relajación al cuerpo y disminuye los posibles dolores con el cambio del cuerpo. También pueden generar una mayor conexión entre mamá y bebé desde el útero.
Las mujeres embarazadas que ya practicaban Yoga antes del embarazo normalmente pueden continuar su práctica desde el primer trimestre. Con las adecuadas adaptaciones de posturas según el crecimiento del útero y los síntomas relacionados con el embarazo. Las embarazadas que no hayan practicado antes, cuando lo autorice el médico, pueden practicar desde el primer trimestre comenzando con estilos suaves como Yin Yoga, Yoga con Balón Terapéutico, Yoga Prenatal o clases particulares.
Cuando no lo autorice el médico por el riesgo en el embarazo de ella y el estado de salud del bebé, deben buscar clases de meditación y Yoga Nidra. Porque, en estos estilos no hay práctica de posturas. Siendo solo la guía de meditación sentado o acostado con un enfoque en la respiración, el estado de sueño consciente y guías de relajación.
En general, la mujer embarazada se dará cuenta de que el segundo trimestre del embarazo (semanas 14 a 27) será el mejor período para practicar Yoga y cualquier otra actividad física, debido a los síntomas del embarazo y al estado físico del cuerpo.